De conformidad con lo dispuesto en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos son monumentos artísticos los bienes muebles e inmuebles que revistan valor estético relevante. Tal valor se determina atendiendo a su representatividad, inserción en determinada corriente estilística, grado de innovación, materiales y técnicas utilizados y otras análogas. La declaratoria de monumento puede comprender toda la obra de un artista o sólo parte de ella. Esta puede ser expedida por el Presidente de la República o, en su caso, el Secretario de Cultura.
Los artistas mexicanos cuya obra fue declarada monumento artístico son: José María Velasco, Diego Rivera, José Clemente Orozco, Gerardo Murillo "Dr. Atl", David Alfaro Siqueiros, Frida Kahlo, Saturnino Herrán, Remedios Varo, María Izquierdo y Octavio Paz.
Cardón (Cercus Candelabrus) del pueblo de Tecomavaca, 1887, acervo del MUNAL
José María Velasco (1840-1912)
Figura máxima del paisajismo mexicano del siglo XIX. Logró plasmar con realismo y detalle la naturaleza en sus cuadros. Sus obras son de gran majestuosidad y equilibrio entre la luz, el color, la naturaleza y el ser humano. Entre sus obras más conocidas se encuentran Valle de México desde el río de los Morales, 1891; Valle de México desde el cerro del Tepeyac, 1894, 1901, 1905; Valle de México desde el Molino del Rey, 1895, 1898 y 1900; Vista de la Fábrica de Hilados de la Carolina, 1880, 1887; Volcán de Orizaba desde la Hacienda de San Miguelito, 1891; Hacienda de Chimalpa, 1893; Hacienda de Coapa y los volcanes, 1897 y Cañada de Metlac, 1897.
El hombre controlador del universo, 1934, mural del MPBA
Diego Rivera (1886-1957)
Figura emblemática del muralismo mexicano, cuya obra destaca por una búsqueda plástica de la identidad posrevolucionaria, en la que retoma la monumentalidad del arte prehispánico y su ideología del proletario como el eje del desarrollo humano. Dentro de su amplia producción, algunas obras destacadas son El arsenal, 1922; El hombre controlador del universo, 1934; Desnudo con alcatraces, 1944; Sueño de una tarde dominical en la Alameda, 1947 y América Prehispánica, 1950. Sus últimas obras murales fueron mosaicos para el estadio de Ciudad Universitaria y el Teatro Insurgentes.
Cristo destruye su cruz, 1943, acervo del MACG
José Clemente Orozco (1883-1949)
Uno de los tres grandes muralistas mexicanos. Su estilo único se caracteriza por una expresión de potente colorido y epopeya lírica que le confiere sentido universal. Destacan las obras Omnisciencia, 1925; Trinchera, 1926; Las soldaderas, 1926; Prometeo, 1930; Hidalgo, 1934; Katharsis, 1935; Dioses del mundo moderno, 1932-1934 y El hombre en llamas, 1938-1939. Su última obra completa fueron los frescos de la bóveda de la Cámara Legislativa en el Palacio de Gobierno de Guadalajara.
Nubes sobre el Paricutín, s/f, acervo del MAM
Gerardo Murillo, Dr. Atl (1875-1964)
Pintor, paisajista, escritor, pero también filósofo y vulcanólogo. Creó un sinnúmero de obras en las que capturo las vistas del territorio mexicano y sus volcanes. Revolucionó la perspectiva del paisajismo, al recrear conjuntos geográficos desde las alturas que hoy conocemos como aeropaisajes. Entre sus obras más destacadas se encuentra: Paisaje Boscoso, 1920; Nahui Ollin, 1922; Paisaje con el Iztaccíhuatl, 1932; Vista del Popocatépetl, 1934; Erupción del Paricutín, 1943; Valle del Pihuamo, 1952 y Popocatépetl desde un avión, 1958.
La nueva democracia, 1944, mural del MPBA
David Alfaro Siqueiros (1896-1974)
Artista comprometido con la lucha revolucionaria, apologista del progreso y de la ciencia. Alcanzó fama internacional por sus murales de fuerte contenido político e innovación técnica. Precursor del action painting y el grafiti. Entre sus obras más emblemáticas destacan: Eco del llanto, 1937; Cuauhtémoc contra el mito, 1944; Nacimiento del fascismo, 1936-1945; El pueblo a la Universidad, la universidad al pueblo, 1952-1956; Del porfiriato a la revolución, 1957-1966. Su última obra, ubicada en el actual Polyforum Siqueiros, e inaugurado en 1971 es Marcha de la Humanidad en América Latina hacia el cosmos.
Las dos Fridas, 1939, acervo del MAM
Frida Kahlo (1910-1954)
Una de las más destacadas mujeres pintoras del México moderno. Su producción plástica es reconocida por sus múltiples autorretratos, aunque también pintó paisajes y retratos de personajes importantes de la época. Tanto en su trabajo, como en su vida cotidiana recuperó las raíces del arte popular mexicano. Entre sus obras más reconocidas se encuentran: Unos cuantos piquetitos, 1935; Las dos Fridas, 1939; Diego en mi pensamiento, 1943; La columna rota, 1944 y Viva la Vida, 1954. Frida Kahlo se ha convertido en un referente del feminismo, la libertad sexual y la cultura mexicana.
La ofrenda, 1913, acervo del MUNAL
Saturnino Herrán (1887-1918)
La producción plástica de Saturnino Herrán está definida por una sensibilidad modernista y subjetiva, en la que plasmó el mundo indígena prehispánico y el virreinal. En el mestizaje de Herrán no opera el racismo y el desdén del arte decimonónico, como tampoco la veneración exacerbada de un pasado indígena que niega su hispanidad, como ocurriría durante el nacionalismo posrevolucionario. Entre su obra destacada se encuentra: La leyenda de los volcanes (1911), La Ofrenda (1913), Tehuana (1914) y El cofrade de san Miguel (1917). Entre 1914 y 1918 realizó numerosos bocetos para la composición Nuestros dioses, que no llegó a realizar debido a su prematura muerte en 1918.
La huida, 1962, acervo del MAM
Remedios Varo (1908-1963)
Remedios Varo fue una brillante exponente del Surrealismo. Llegó a México en 1941 como refugiada de la Segunda Guerra Mundial. En sus obras plasmó mundos mágicos en los que la fantasía se proyecta y anima. Entre sus obras más reconocidas se encuentran: El Flautista, 1955; Tres destinos, 1956; Vuelo mágico, 1956; Exploración de los recursos del río Orinoco, 1959; Mujer saliendo del psicoanalista, 1960; Mimetismo, 1960; Tránsito en espiral, 1960; y el Tríptico, 1960.
Mis sobrinas, 1940, acervo del MUNAL
María Izquierdo (1902-1955)
En una época en que ser artista era muy difícil para una mujer, gracias a su talento, María Izquierdo se consolidó no sólo como pintora, sino como una alternativa al furor nacionalista del muralismo. Pese a que sus temas versan en torno a la cultura popular, a diferencia de los pintores nacionalistas, que pretendían exaltar la mexicanidad, la poética pictórica de la artista explora el alma del México profundo, en atmosferas emparentadas con la pintura metafísica de Giorgio de Chirico. Entre sus obras destacadas se encuentran: El retrato de Belem, 1928; Naturaleza muerta 1932; Alegoría del trabajo 1936; Alegoría de la libertad 1937; El circo, 1939; Orquídeas, 1944; Autorretrato, 1946; El idilio, 1946; Sueño y presentimiento, 1947 y La soga, 1947.
Octavio Paz
Octavio Paz (1914-1998)
Único Premio Nobel de Literatura que ha dado México (1990), recibió numerosos galardones, tanto en México como en el extranjero. Destacó en la poesía y el ensayo. También fue traductor, diplomático y editor. Se convirtió en una de las figuras más notables a partir de la segunda mitad del siglo XX. Su obra muestra poder reflexivo, profundidad analítica, curiosidad intelectual y una poderosa imaginación verbal. Sus aportaciones a la escritura poética de nuestra lengua se encuentran en títulos como: Libertad bajo palabra, Salamandra, Blanco, Ladera este, Pasado en claro, Árbol adentro, entre muchos otros. En cuanto al ensayo el escritor entregó piezas que se han vuelto canónicas como: El laberinto de la soledad, Los hijos del limo, Corriente alterna, El ogro filantrópico, Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe, La llama doble, etcétera.