Eden’s garden, obra que refleja la situación actual de la sociedad en una reinterpretación del paraíso terrenal

• Pieza del mes de la Galería José María Velasco, elaborada por Arturo Sezmer, que permanecerá en exhibición hasta el 5 de mayo
• Reflexiona sobre temas como la muerte, la tecnología, las enfermedades y la desinformación, entre otros

De acuerdo con el libro del Génesis, el Jardín del Edén es un paraíso terrenal donde habitaron el primer hombre y la primera mujer hasta ser desterrados tras comer el fruto prohibido. El artista Arturo Sezmer, mejor conocido como Dr. Fanatik, realiza una interpretación libre de esta escena en Eden’s garden, pieza del mes de la Galería José María Velasco.

Esta obra del Dr. Fanatik complementa la exposición Susurros en la niebla. Punto, línea y mancha. Tanto la muestra como la pieza del mes podrán ser visitadas hasta el 5 de mayo en el recinto anfitrión, en un horario de martes a domingo de 9:00 a 18:00.

Se trata de una reinterpretación del Jardín del Edén y la sociedad actual —comentó Sezmer—, lo que veo actualmente es un futuro muy decadente, catastrófico para el ser humano, que difícilmente podrá ser corregido. Antes mirábamos el porvenir como algo muy tecnológico, pero ahora vemos algo mecanizado, esto es lo que realmente vive la población en general.

Como en la obra de El Bosco, El jardín de las delicias, Sezmer reinterpreta de forma libre lo que considera el Edén, en el que representa el caos de la humanidad en el mundo, que dista mucho del ideal que suele visualizarse. El artista refiere que no pretende aleccionar a nadie, sino que es, a su criterio, una mirada realista de las cosas que presenciamos en lo cotidiano.

Sobre la obra, Sezmer comentó que “en la esquina superior derecha observamos la muerte, siempre atrás de todo lo vivo, no como una maldición ni tampoco al acecho, sino como algo real que sucede. También se pueden apreciar los avances tecnológicos que usamos para autodestruirnos, lo mismo que hacemos con el arte tradicional renacentista”.

“De igual forma, en la obra hay detalles de la confusión que existe ante diversos temas actuales, así como las enfermedades, que están representadas por el hombre que mete la pierna en el agua, ahí se entiende que su cuerpo se contamina”, explicó el artista.

A través de la pieza, también busca transmitir la confusión que la publicidad genera en la sociedad cuando plasma un mundo inalcanzable, lejano a la realidad; además, expresa el egocentrismo del ser humano, que se considera dueño del mundo y olvida que existen otras especies, como los insectos.

Un escenario dantesco es el lugar en el que siento que vivimos, dijo Sezmer. La paz y la tranquilidad se encuentran en el interior de nosotros mismos, en la mente, no en la vida material, por eso me esfuerzo en representar la acción que genera la desinformación. La tecnología nos brinda avances maravillosos, pero a la vez genera confusión; hay quienes la aprovechan y hacen mal uso de ella.

“Me gustaría que el hombre asumiera que no es indestructible, que estamos a merced de las catástrofes naturales, como es el calentamiento global. Eso es lo que busco generar con mi obra”, expresó Dr. Fanatik, quien ha mencionado en múltiples ocasiones que prefiere las manifestaciones oníricas o subjetivas, expresadas de forma surrealista o expresionista.

Nuestra comodidad no pone a trabajar al cerebro —indicó Sezmer—, trato de estar fuera de las historias oficiales, porque desafortunadamente veo un futuro apocalíptico. Al ser cabal en la observación de las ambiciones del ser humano, ojalá podamos resolver nuestro futuro de la mejor manera para así durar al menos unas generaciones más sobre la tierra.

“Me gusta ser libre, hacer lo que quiero. Lo importante es conservar la identidad en el arte como una manifestación libre del ser. Voto por un arte expresivo que ayude al ser humano, que nos vincule entre seres sensibles. En el mundo hay arte para todos los gustos y diversas intelectualidades, con libertad de expresión. Somos una fantasía en el concepto que llamamos tiempo, en nivel subatómico no somos nada”, concluyó.

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