Montajes “con acento mexicano” obtuvieron éxito de crítica y público en el 42 Festival Internacional de Teatro Clásico Almagro
- Participaron la Compañía Nacional de Teatro y la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBAL, así como La Quinta Teatro y Al Rescate, entre otras agrupaciones artísticas
Distintas propuestas que rindieron homenaje a los clásicos del Siglo de Oro, algunas trasladadas al siglo XX o a la época actual, presentaron las compañías y grupos artísticos de México participantes en el 42 Festival Internacional de Teatro Clásico Almagro El mundo iluminado, y yo despierta (Sor Juana Inés de la Cruz), dedicado a nuestro país en España, donde público y crítica, elogiaron tanto el desempeño escénico como la construcción de personajes y la creación de historias “con acento mexicano” que movieron a la carcajada y la reflexión.
Más de 55 mil personas disfrutaron las obras presentadas del 4 al 28 de julio en una veintena de espacios de la ciudad de Almagro, con México como País Invitado de Honor representado por 16 compañías.
Convertido en el centro mundial del teatro barroco, el Festival Almagro ha recuperado la obra de las autoras del Siglo de Oro y ha posicionado a Sor Juana Inés de la Cruz junto a Calderón de la Barca, Lope de Vega o Tirso de Molina. La autora novohispana fue la columna vertebral de la programación y autora del lema de este año: El mundo iluminado, y yo despierta, el endecasílabo con el que Sor Juana finaliza su Primero sueño, una invitación a contemplar un mundo luminoso y brillante, atento a lo que ocurre a nuestro alrededor.
Entre las compañías y agrupaciones artísticas mexicanas que participaron en el festival estuvieron la Compañía Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) que presentó las obras El perro del hortelano, La lengua en pedazos y Solo vinimos a soñar; la Escuela Nacional de Arte Teatral también del INBAL con la obra Los locos de Valencia, y los grupos La Quinta Teatro y Al Rescate con el montaje La gran lucha del mundo.
El perro del hortelano, de Lope de Vega, en versión y dirección de Angélica Rogel, que se presentó del 11 al 14 de julio en la Antigua Universidad Renacentista, recibió elogios al trasladar los protocolos del Siglo de Oro al México de los años cuarenta, caracterizado por las películas de Juan Orol, las divas del cine, la música de bolero y los sueños del ascenso social.
El crítico Javier Vallejo del diario El País publicó respecto a esta obra a cargo de la Compañía Nacional de Teatro de México “destacan la claridad de la lectura, el trabajo de conjunto, la reintroducción de pasajes musicales, la confrontación agonística sostenida y lograda de condesa y secretario, y el vigoroso encanto, la labilidad que Astrid Romo le imprime a la pasión intermitente de su Diana Cazadora”.
Añadió que el asunto de El perro… es la imposibilidad de materializar el amor cuando los enamorados pertenecen a clases sociales distintas… Además, esta barrera alzada ante la unión conyugal funciona como metáfora de otras barreras entre clases: educativas, de acceso a la información relevante, a los empleos y cargos mejores, etcétera”. Elogió también al elenco, que tiende a prosificar el verso sin perder musicalidad, por gentileza del acento mexicano.
El crítico José Urbano, en el blog Lengua urbana, señala que la puesta en escena de Angélica Rogel es fresca y abraza con hermosura el verso de Lope. Así se cuida el patrimonio literario allende nuestras fronteras, con respeto y oficio… Un Lope cinematográfico y de bolero, como a él sin duda le habría gustado”.
La Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT) del INBAL presentó la obra Los locos de Valencia, de Lope de Vega, en una versión dirigida por Antonio Algarra, el 22 de julio en el Palacio de los Oviedo. Los jóvenes actores presentaron una historia de amor, celos, astucia y locura, en la que Floriano y Erífila, creyéndose locos, se enamoran en el sanatorio donde están internados y viven diversos enredos.
El portal español Más escena refirió que el montaje logró reflejar los 60 años de experiencia de la ENAT en la formación de alumnos, “se les nota en la manera de hablar, de decir el verso, en el diseño de escenas y en el acompañamiento musical. Fue un espectáculo agradable, sanamente divertido, lúdico, sin trampas, honesto con el público y con los actores”.
Por su parte, Lanza. Diario de La Mancha destacó que fue una “magnífica representación en una noche apacible y refrescante, con una compañía jovial, desenfadada, centrada en la acción y perfeccionista en el texto, donde el grupo de actores conectó entre sí y con el complacido auditorio. Los grupos mexicanos que hemos visto en esta 42 edición han sorprendido todos ellos sin excepción”.
Otro montaje que conquistó público y críticos fue La gran lucha del mundo, a partir de El gran teatro del mundo, de Calderón de la Barca, con dramaturgia de Berta Solí y dirección de Salomón Santiago López. Fue la propuesta ganadora de la convocatoria Los clásicos a la calle, promovida por la Coordinación Nacional de Teatro del INBAL, el Centro Cultural de España en México y el Festival de Almagro, que busca incentivar la nueva creación escénica con el teatro del Siglo de Oro como base de construcción artística.
Presentada el 22 de julio en la Ermita de San Juan y el 23 de julio en el Pradillo de San Blas, La gran lucha del mundo ofreció su visión de El gran teatro del mundo al fusionar las nuevas tendencias escénicas con el patrimonio literario español del Siglo de Oro. La pieza confronta los estatutos de la lucha libre mexicana: el bando rudo y el bando técnico, que intentan ganar el derecho de usar una máscara auténtica y no la que les es dictada.
El crítico Antonio Hernández Nieto escribió en el blog Huffpost que con esta obra el barroco mexicano “okupa” la calle. “Es una propuesta de carácter callejero y festivo… de la lucha libre mexicana que presenta cuerpos sinceros, como son, como los da la vida, la dieta y el ejercicio común y corriente. Lo que pocas personas saben es que esta lucha libre mexicana trata de contar cómo funciona el mundo. El papel que juega cada cual en este mundo”.
En el 42 Festival Internacional de Teatro Clásico Almagro se realizó el cuarto encuentro de ‘Berenjenas con queso’, una cita en torno al patrimonio teatral barroco en español. El dramaturgo y director de escena Luis de Tavira recibió la “berenjena de plata” en reconocimiento a su labor como puente cultural. Ignacio García, director del festival, expresó que el director mexicano ha trabajado mucho el barroco y conoce muy bien a Calderón, Cervantes, Lope, lo ha montado todo con la Compañía Nacional de Teatro de México haciendo una gran defensa del Siglo de Oro.
El próximo año, Chile será el invitado de honor para continuar con la senda americanista de dicho encuentro teatral, que ha trabajado profundamente el universo femenino con el fin de destacar la mirada de autoras y directoras de escena.
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