Pequeños gestos, selección fotográfica que vincula a Siqueiros con artistas morelenses, en La Tallera
- La muestra estará abierta a partir del 23 de noviembre de 2019 al 1 de marzo de 2020
Con el fin de registrar posturas y representaciones corporales, así como perspectivas, el muralista David Alfaro Siqueiros reunió fotografías y las empleó como ejercicios preparatorios de sus composiciones murales y de caballete. Una selección de estas imágenes integra la exposición Pequeños gestos, la cual conecta la práctica artística del maestro con la obra de creadoras y creadores contemporáneos que viven, trabajan o se formaron en Morelos.
La exposición que estará abierta al público a partir de este 23 de noviembre de 2019 y concluirá el 1 de marzo del año próximo, en el Museo y Centro Cultural La Tallera en Cuernavaca, Morelos, se compone de una selección de fotografías pertenecientes al acervo del Centro de Investigación y Documentación Siqueiros (CIDS), el cual empleó diversos medios tecnológicos de su tiempo para procesar las imágenes.
“A través de la fotografía y la participación de los modelos que colaboraban con él, Siqueiros se aproximó a una indagación coreográfica sobre los temas de su obra, poniendo al cuerpo con toda su potencia política y narrativa como uno de los elementos centrales de su producción plástica”, señaló en entrevista Silverio Orduña, curador de La Tallera de Proyecto Siqueiros.
En esta selección de fotografías del CIDS, la mayoría de ellas de autor anónimo, se identifica el interés del muralista en dirigir coreográficamente a los modelos, quienes frecuentemente eran sus trabajadores, ayudantes, familiares o conocidos.
Los pequeños gestos
Incluso el propio Siqueiros posó y encarnó sus ideas plásticas en el cuerpo. Estos registros fotográficos pueden leerse como pequeños gestos coreográficos: extender los brazos, tomar un objeto, flexionar la rodilla, sostener el hombro de otra persona, elevar los pectorales, ir hacia adelante. Las posturas corporales de los modelos provienen de movimientos mínimos que involucran, sobre todo, el equilibrio y la distribución de la fuerza en partes específicas del cuerpo.
Orduña apunta que al trasladar estas microcoreografías a sus murales, Siqueiros las transformó completamente para crear discursos políticos de una gran complejidad, vinculados con las narrativas del progreso modernista y la identidad nacional.
En Pequeños gestos se encuentran también esculturas, fotografías, dibujos e instalación de siete artistas contemporáneos de diferentes generaciones: Fernanda Araujo, Alejandro Equihua, Yazú Escapa, Magali Lara, Edgar Ortega, Perla Ramos y Jay Vélez. Las obras reunidas tienen en común el uso de materiales de construcción y la sencillez formal, misma que caracteriza a las fotografías del acervo del CIDS.
La Tallera es una de las dos sedes de Proyecto Siqueiros, dependiente del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), por lo que, tanto esta exposición colectiva como la muestra Fin del futuro abren el nuevo programa de exposiciones de La Tallera bajo su nueva dirección. Ambas muestras se inscriben en la misión institucional que consiste en contribuir a la investigación y difusión del legado de Alfaro Siqueiros mediante la revisión de los acervos del CIDS.
La muestra Pequeños gestos busca también ahondar en la historia del arte de Morelos, darle visibilidad y vincularla con los ámbitos nacional e internacional.
Panorama artístico local
En dicha exposición, de carácter colectivo, los dibujos de Magali Lara, pertenecientes a la serie Secuencias (1977), son ejercicios visuales que se relacionan con la poesía concreta y los conceptualismos latinoamericanos de la segunda mitad del siglo XX. En estos primeros trabajos, la artista emplea estrategias gráficas y lingüísticas sencillas que complejizan el significado de la obra.
En tanto, los artistas Fernanda Araujo, Alejandro Equihua, Edgar Ortega y Jay Vélez juegan con la materialidad de sus piezas escultóricas para indagar en conceptos como el equilibro, la geometría, la historia de las ideas, la precariedad y el orden sociopolítico del presente; mediante estrategias simples, como la fragmentación del material, la repetición / variación de formas y la exploración de las cualidades físicas de los objetos.
Por otra parte, la artista Yazú Escapa presenta una serie de dibujos que registran los recuerdos de cómo fue construida su casa, ubicada en la zona metropolitana de Cuernavaca. En este acto de memoria personal se advierte una experiencia compartida por la mayor parte de la población de las periferias urbanas de América Latina.
También con un trabajo sobre el documento y la memoria, Perla Ramos propone una acción mínima para reflexionar sobre El polvorín, la zona de su residencia en Cuernavaca; por medio de varias placas de resina registró durante ocho horas la actividad de una mina de arena.
De acuerdo con Silverio Orduña, la obra de Magali Lara incluida en Pequeños gestos constituye una ventana a un periodo de la historia del arte latinoamericano, mientras el trabajo de los demás artistas formula un panorama de las condiciones precarias de producción y de los intereses conceptuales que poseen los jóvenes que inician su carrera artística en Morelos.
De forma paralela, sus prácticas hablan de los procesos de educación artística local, pues Lara y otros artistas que desarrollaron su producción a partir de los años setenta, influenciados por la internacionalización del arte en América Latina, llegaron a Cuernavaca para fundar y trabajar en las escuelas públicas de arte morelenses.
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