El genio creativo de los mexicanos es inspiración de mi obra: José Chávez Morado
Su obra se puede apreciar en Ciudad Universitaria, en la Alhóndiga de Granaditas y en la Secretaría de Comunicaciones
- Este 1 de diciembre, el 17 aniversario de su fallecimiento
La obra artística del pintor y muralista José Chávez Morado plasmada en el mural La conquista de la energía, en Ciudad Universitaria, donde trabajó por primera vez mosaicos en vidrio y piedras de colores, técnica que usaría en otras obras como los del Multifamiliar Doctores del ISSSTE y de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en la capital del país, conforman parte de la huella del trabajo del artista, cuyas imágenes oscilaban entre lo grotesco y lo fino, impregnadas de una gran vitalidad.
Estilo cuya fuente de inspiración la definiría a partir del genio creativo del pueblo mexicano, pues aseguraba: “es el origen de mi pintura. No ha sido un acto de rescate deliberado como lo podría hacer un sociólogo o un enólogo, sino que todo esto ha estado siempre en las venas de mi ser”.
El muralista, pintor y escultor guanajuatense José Chávez Morado, quien fue distinguido en 1974 con el Premio Nacional de Arte, falleció el 1 de diciembre de 2002. Su legado lo conforman los murales de la escalera principal de la Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato, los relieves en la fachada de la Cámara de Diputados y la columna de 11 metros de altura y tres de diámetro que sostiene el gran paraguas del patio central del Museo Nacional de Antropología.
Exponente de la tercera generación de la denominada Escuela Mexicana de Pintura, Chávez Morado fue un muralista interesado en la experimentación de técnicas y materiales novedosos. Hizo obra en el tradicional fresco, pero también trabajó con vinilita, mosaico, cantera, bronce y terracota.
Respecto a su historial académico, hizo estudios en la Chouinard School of Arts de Los Ángeles y en San Carlos. En 1931 obtuvo una beca del gobierno de Guanajuato para estudiar en la Escuela Nacional de Artes Plásticas donde tuvo como maestros a Francisco Díaz de León, Bulmaro Guzmán y Emilio Amero.
En 1935 contrajo matrimonio con Olga Kostakowsky, una alemana exiliada en México y en 1937 se unió al Partido Comunista. Un año más tarde ingresó al Taller de Gráfica Popular con Dolores Álvarez Bravo, Carlos Alvarado Lang, Isidoro Ocampo y María Izquierdo, entre otros. Fue secretario general del Sindicato de Profesores de Artes Plásticas en 1948 y del Salón de la Plástica Mexicana en 1949.
Su primera muestra individual fue en 1944 en la Galería de Arte Mexicano. En 1960 empezó a trabajar la escultura y creó monumentales obras en bronce. Recibió el Premio Nacional de las Artes en 1974 y el doctor Honoris causa por la UNAM en 1985.
Mientras que para la crítica de arte Raquel Tibol la obra pictórica de José Chávez Morado “era intensa, legítima y profunda”, Teresa del Conde escribió que “a Chávez Morado hay que recordarlo, entre otras cosas, como xilógrafo y litógrafo de excelencia y como diseñador de programas de alcance masivo.
“Los atributos ilusorios de casi toda la pintura de Chávez Morado se deben al uso del lenguaje simbólico, gracias al cual logra sintetizar amplios capítulos de la historia y las luchas sociales”, añadió Tibol quien sostuvo que es justo y necesario revalorar la obra del artista guanajuatense.
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