LITERATURA

Pura López Colomé recibió el Premio Bellas Artes Inés Arredondo por su amplia ruta literaria

Boletín No. 1947 - 12 de diciembre de 2019
  • Un reconocimiento así es un honor que no se puede comparar con ningún otro, aseguró la galardonada
  • La ceremonia de premiación se realizó en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario

Por su sólida trayectoria literaria en las letras nacionales, la traductora, poeta y escritora Pura López Colomé (Ciudad de México, 1952) recibió el Premio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo 2019, cuya ceremonia se llevó a cabo en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario, en Culiacán, este jueves 12 de diciembre.

El Premio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo 2019 es otorgado por la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Literatura, así como la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y el gobierno del estado por medio del Instituto Sinaloense de Cultura.

El galardón reconoce la trayectoria de escritoras mayores de 55 años que escriban en español o en alguna lengua incluida en el Catálogo de Lenguas Indígenas Nacionales (CLIN), que hayan desarrollado una obra valiosa en cualquier género literario y cuya trayectoria reconocida por la crítica, lectoras y lectores, haya enaltecido la literatura mexicana.

En la ceremonia de entrega, Pura López Colomé aseguró que “lo primero que desearía, como persona y poeta, a estas alturas de la vida, es ubicarme al lado de quien da nombre a este reconocimiento: Inés Arredondo, sin sentir mi pequeñez. Sin embargo, lo creo inevitable. Desde muy joven comencé a leer su obra y a percatarme de su congruencia, su consistencia e integridad”.

Lo anterior tiene correspondencia con lo que la galardonada detalló en entrevista: “En realidad, un reconocimiento así es un honor que no se puede comparar con ningún otro. En primer lugar, la escritora que dio origen al premio, por la impecabilidad de su estilo y su originalidad, resulta una inspiración para cualquier persona que aspire a la excelencia literaria. En segundo, esta distinción implica una responsabilidad enorme: intentar hacerse merecedor de la cercanía a una artista como Inés Arredondo”.

Geney Beltrán, Maricruz Patiño y Sara Uribe conformaron el jurado que decidió por unanimidad otorgar este galardón a la autora, “debido a su sólida trayectoria literaria en que destaca una obra poética de gran nivel, dotada de intensidad lírica, sensibilidad y gran fortaleza expresiva, además de su ardua y generosa labor como traductora de poesía”, de acuerdo con lo asentado en el acta de deliberación.

Al respecto, la autora aseguró: “Sigo concibiendo a la poesía con el mismo compromiso que el primer día. Me ha enseñado que la verdad puede decirse. Resulta un espejo del intelecto que ilumina el mundo de las emociones, dándole sentido.

“Todo esto, aunque a ratos sea doloroso, le otorga al autor la certeza de un privilegio: establecer un puente verbal entre una y otra manera de ver el mundo. El único deseo de quien escribe poesía, y en verdad no busca nada más, es llegar a un lector que resuene con él”, añadió la traductora.

Finalmente, la galardonada apuntó que, al igual que Francisco de Goya decidió nombrar su último dibujo: Aún aprendo, comparto con él la condición de eterno aprendiz, de quien sigue en la búsqueda y echa mano de la creatividad pese a todos los riesgos que implica, e intenta nuevos caminos para producir una obra propia, si bien anclada en la tradición.

Durante la ceremonia de entrega, Papik Ramírez, director general del Instituto Sinaloense de Cultura (Isic), señaló que Pura López Colomé es merecedora de este premio por su devoción a la palabra propia y ajena, y como buena hacedora de jardines, según lo establece en uno de sus libros más recientes, le pidió incorporar como abono a los árboles que hay en su huerto, un puñado de tierra fértil de Sinaloa.

Asimismo, destacó la relevancia del Premio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo, el cual enaltece a esta gran narradora, figura fundamental en la República de las letras mexicanas.

Por su parte, Leticia Luna, coordinadora nacional de Literatura del INBAL, afirmó que en la poesía de Pura López Colomé se encuentra el amor, el tiempo, la naturaleza y la muerte (siempre con un sentido positivo de la vida), y su lenguaje es un instrumento para indagar sus recuerdos atrapados en el silencio, por lo que la palabra se vuelve música.

Pura López Colomé: poeta y traductora

Nació en la Ciudad de México el 6 de noviembre de 1952; estudió el doctorado en Lengua y Literatura hispánicas e Hispanoamericanas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ha traducido obra de Samuel Beckett, Bertolt Brecht, Ernest Mandel, William Carlos Williams y Philip Larkin.

Colaboradora de Casa del Tiempo, El Nacional, Revista Universidad de México, Sábado, Letras Libres y Nexos. La poeta ha sido becaria del Centro Mexicano de Escritores (CME) en 1982. Premio Nacional Alfonso Reyes de Ensayo 1977 por Diálogo socrático en Alfonso Reyes; Premio Nacional de Traducción de Poesía 1992 por Isla de las estaciones, de Seamus Heaney y Premio Xavier Villaurrutia 2007 (que comparte con Elsa Cross) por Santo y seña.

Es autora de El sueño del cazador (1985), Un cristal en otro (1990), Aurora (1994), Intemperie (1997), Éter es (1999), Tragaluz de noche (2003), Santo y seña (2007), Reliquia (2008), Por si acaso no (2010), Una y fugaz (2010), Lieder: cantos al oído, cantos al olvido (2012), Poemas reunidos. 1985-2012 (2013) y Afluentes (2010).

Inés Arredondo, escritora de la Generación de medio siglo

Inés Amelia Camelo Arredondo nació en Culiacán, Sinaloa, el 20 de marzo de 1928, y murió en la Ciudad de México el 2 de noviembre de 1989. Ensayista y narradora, estudió Literatura española, Biblioteconomía y Arte dramático en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Sus cuentos han sido traducidos al inglés, alemán, holandés y hebreo. Colaboró en La Cultura en México, Revista de Bellas Artes, Revista Mexicana de Literatura y Revista Universidad de México. Becaria del Centro Mexicano de Escritores (CME) 1961; de la Farfield Foundation, Nueva York, 1962, y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), 1989. Premio Xavier Villaurrutia 1979 por Río subterráneo. Medalla Fray Bernardo de Balbuena 1986. En 1988 la Universidad Autónoma de Sinaloa le otorgó el doctorado honoris causa.

Autora de La señal (1965), Río subterráneo (1979), Opus 123 (1983), Los espejos (1988), Los once ríos (1988), Cuentos completos (2012) y Estío y otros cuentos (2017).