Rubén Darío, representante del modernismo literario en el mundo hispano
- Este 18 de enero se cumplirían 153 años del nacimiento del Príncipe de las letras castellanas
El poeta, periodista y diplomático nicaragüense Rubén Darío (1867-1916), considerado máximo representante del modernismo literario en lengua española, y el lírico que ha tenido mayor influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispano, es recordado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) en el 153 aniversario de su natalicio.
En la catedral de León, Nicaragua, se encuentra la fe de bautizo de Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío, hijo legítimo de Manuel García y Rosa Sarmiento, señala su libro La vida de Rubén Darío escrita por él mismo (1915).
Su familia paterna era conocida como los Daríos y por ello adopta apellidarse Darío. Lo explica en su libro autobiográfico Oro de Mallorca (1990): “Según lo que algunos ancianos de aquella ciudad de mi infancia me han referido, uno de mis tatarabuelos tenía por nombre Darío. En la pequeña población (lo conocía) todo el mundo por don Darío; a sus hijos e hijas, por los Daríos, las Daríos.
“Fue así desapareciendo el primer apellido, a punto de que mi bisabuela paterna firmaba ya Rita Darío; y ello, convertido en patronímico, llegó a adquirir valor legal; pues mi padre, que era comerciante, realizó todos sus negocios ya con el nombre de Manuel Darío”.
El poeta nicaragüense cursó estudios de formación humanista en León. Fue un lector y escritor precoz, él mismo dice que aprendió a leer a los tres años. En sus poemas juveniles, publicados en un periódico local, se muestra independiente y progresista, defendiendo la libertad, la justicia y la democracia. A los 14 años empieza su actividad periodística en varios rotativos nicaragüenses.
La obra suma más de una treintena de libros
De su obra, reconocida por toda la literatura hispana y con algunos críticos a los que les ha parecido decorativa y hasta suntuosa, la escritura de Darío sigue siendo universal. Su legado es amplio: poesía, prosa, autobiografía que suma más de una treintena de libros, sin contar con que todavía pueden encontrarse textos inéditos, porque su obra se reunió hasta después de su muerte.
De su poesía y obra completa se han editado más de 10 tomos. También se propuso escribir novela, pero no pasó de hacer breves textos. Ya en la etapa final de su vida lo intentó, pero no llegó a concluir El oro de Mallorca, texto autobiográfico que apareció en entregas en el periódico La Nación en 1914.
Salvo excepción, ninguno de sus libros se publicó en Nicaragua o México, donde representó a su país e incluso se relacionó con el mundo literario e intelectual. Su obra fue publicada en España, Francia, Argentina y Chile, donde vivió como viajero o diplomático.
Sus primeros libros se publicaron en Chile, como Abrojos, rimas (1887) y, entre otros, Azul (1988), obra considerada el punto de partida del modernismo; Prosas profanas y otros poemas, en Argentina (1896), y una segunda edición ampliada en Francia (1901). Igualmente se citan El canto errante (1907), Poema del otoño y otros poemas (1910) y Canto a la Argentina y otros poemas (1914) y el poemario Lira póstuma (1919).
En prosa, Los raros (1896 y 1905), España contemporánea (1901), Peregrinaciones (1901), El viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical (1909), Letras (1911), Historia de mis libros (1916) y el libro póstumo Prosa dispersa (1919).
A decir del escritor peruano Mario Vargas Llosa, “lo que hizo Darío fue romper el provincianismo que asfixiaba a la poesía de nuestra lengua, la que, desde los grandes tiempos clásicos con Quevedo y Góngora, se había empequeñecido y retraído a las querencias locales, y salir a enfrentar al mundo entero para apropiárselo.
“Precisamente con aquellas mezclas y apareos que sólo un hombre de la periferia podía haber hecho, es decir, alguien que, a diferencia de un poeta francés o británico o alemán, no escribía condicionado por el peso de una tradición. La extraordinaria libertad y audacia con que Darío creó su propia tradición”.
Rubén Darío recibió protección de gobiernos, como el de El Salvador que a los 15 años le brindó su apoyo y de intelectuales de varios países. Sin embargo, los reconocimientos vendrían después de su muerte al concederle el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío otorgado por el gobierno de Nicaragua y el Nacional Rubén Darío (1942).
Además de la Orden de la Independencia Culotural Rubén Darío, máxima distinción concedida por la República de Nicaragua, Premio a la Excelencia Académica Rubén Darío que es el mayor galardón que entrega el Consejo Superior Universitario Centroamericano a los estudiantes destacados entre las 21 universidades de América Central y República Dominicana que conforman esa entidad regional.
Premio Bienal Rubén Darío y Concurso de Poesía y Prosa Rubén Darío otorgados por el Parlamento Centroamericano, Premio Rubén Darío de Poesía en Castellano otorgado por el ayuntamiento de Palma, España, y Premio Internacional de Literatura Rubén Darío convocado por el Grupo Editorial Sial Pigmalión.
Al iniciar la Primera Guerra Mundial, el escritor latinoamericano dejó Europa y volvió a América con la idea de defender el pacifismo. En enero de 1915 leyó en la Universidad de Columbia, en Nueva York, su poema Pax.
Llegó a la ciudad de León el 7 de enero de 1916 y murió el 6 de febrero a los 49 años. Durante cinco días miles de personas desfilaron para despedir al poeta nicaragüense. Fue sepultado en la Catedral de León el 13 de febrero del mismo año.
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