La Compañía Nacional de Teatro lleva el clásico La vida es sueño a León, Guanajuato
- La adaptación de Claudia Ríos plantea un juego escénico de formas, espacios y colores para sumergir al espectador en el vaivén de la realidad y el sueño
- Funciones los días 28 y 29 de febrero y 1 de marzo, en el Teatro del Bicentenario
La Compañía Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) regresa al Teatro del Bicentenario Roberto Plasencia Saldaña de León, Guanajuato, para presentar su reciente producción del clásico español La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, bajo la dirección de Claudia Ríos.
La vida es sueño es una de las obras cumbre de la literatura universal y posiblemente la más difundida del Siglo de Oro español. Su relevancia radica en la presentación escénica del dilema de la libertad, el libre albedrío, la justicia y el abuso de poder, en un juego escénico entre la realidad y el sueño.
Para Fernando Huerta Zamacona, quien interpreta a Segismundo, no es posible acercarse con prejuicios a un personaje, sino que es necesario despojarse de ellos para asimilar correctamente su papel. “Los actores no podemos juzgar positiva ni negativamente a nuestros personajes; nos acercamos a ellos con trabajo, disciplina y concentración”.
Comentó que con Segismundo es muy difícil abordar la situación de encierro de toda una vida, todos los conceptos poéticos, simbólicos, religiosos, en particular esta metáfora sobre el libre albedrío y el destino. “Lo abordé guiado por la directora Claudia Ríos y haciendo caso a mi propia sensibilidad para conectar con el profundo dolor que tiene Segismundo, sus dudas existenciales, su relación con su entorno y con los otros, que aparentemente lo empujan a que fracase y sea vencido por la soberbia”.
Añadió que su acercamiento al personaje lo hace desde un lado racional, con el estudio de los materiales que están a su alrededor y también desde un punto de vista inconsciente y subjetivo.
La directora sugirió esta escenografía conceptual sobre la que actúan los personajes, que es el mapa de Polonia —refirió el actor—, y no existen recursos escenográficos y utilería, salvo las espadas y el mismo vestuario, con el afán de sobredimensionar o resignificar el texto dramático.
“Queríamos que las palabras que escribió Pedro Calderón de la Barca tuvieran un énfasis y fueran el protagonista del espectáculo, junto con la forma en que los actores interpretábamos estos diálogos”.
Expresó que en su caso, era importante construir imágenes potentes, resignificar y particularizar cada uno de los textos para generar atmósferas, temperaturas y climas diferentes en los diálogos.
“Jugué con mi imaginación y mi capacidad para construir espacios. En los textos se nombra que la torre es un lugar sombrío, triste, lúgubre, en el que Segismundo ha sido humillado y vejado; después construir el palacio, que debe ser un lugar maravilloso, extraordinario, que en la mente y experiencia de Segismundo no tiene comparación, posiblemente sólo en sus sueños. Y después el campo de batalla en el tercer acto, todo esto a partir de la imaginación”.
Entre las virtudes de este montaje, donde el texto se erige como recurso protagónico, se impone el lenguaje español del Siglo de Oro sobre la visión de la directora y la personalidad de los actores, señaló Fernando Huerta, quienes han trabajado en profundizar la comprensión de estos textos.
Asimismo, se buscó una forma de interpretar el verso para audiencias contemporáneas, en particular para los jóvenes; que el montaje fuera fluido a nivel corporal y escénico; que el vestuario fuera estético y la iluminación ayudara a la construcción de estas dos realidades.
“El espectador mira este mundo a través de los ojos de los actores, y todos los compañeros de la Compañía Nacional de Teatro hicimos un trabajo en conjunto con mucha seriedad y profundidad, cada uno desde sus propios recursos técnicos, pero al final el resultado es homogéneo y con un alto nivel de excelencia”, comentó.
El equipo creativo de esta puesta en escena está conformado por Mario Marín del Río, diseñador de vestuario; Alejandro Castaños y Ramón del Buey, diseñadores sonoros; Kay Pérez y Claudia Ríos, diseñadores del dispositivo escénico; Kay Pérez, diseñador de iluminación; Amanda Schmelz, diseñadora de maquillaje y peinados, y Daniel Martínez, Coral Vega y Antonio Peña, diseñadores corporales y de combate escénico.
La vida es sueño cuenta con la participación de los actores del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro del INBAL: Ichi Balmori, Arturo Beristain, Marco Antonio García, Olaff Herrera, Fernando Huerta Zamacona y Cecilia Ramírez Romo. Como actores invitados: Rodrigo Estañol, Abraham Lombrozo Levy, David Lynn, Daniel Pérez Galicia y Denisse Salazar.
La obra se presentará los días 28 de febrero a las 20:00 horas, 29 de febrero a las 19:00 y el 1 de marzo a las 18:00, en el Teatro Estudio del Teatro del Bicentenario Roberto Plasencia Saldaña, Calzada de los Héroes no. 908, La Martinica, en León, Guanajuato. La duración aproximada es de 150 minutos y es apta para mayores de 18 años. Para más información, solicitarla al correo publicos.cnteatro@inba.gob.mx
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