TEATRO

María Alicia Martínez Medrano legó una nueva forma de concebir el teatro en las comunidades indígenas

Boletín No. 916 - 23 de noviembre de 2022
  • Este 24 de noviembre la promotora cultural y creadora del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena celebraría el 85 aniversario de su natalicio

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) recuerdan a la fundadora del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena (LTCI), María Alicia Martínez Medrano, reconocida por su labor artística en las comunidades indígenas del país, donde llevó a cabo el montaje de diversas obras en español y en lenguas originarias.

Este fue uno de los legados más significativos de la creadora y promotora cultural —nacida el 24 de noviembre de 1937 en Ciudad Obregón, Sonora— que le valieron diversos reconocimientos y que formaron maestros como Delia Rendón, Santos Gabriel Pisté, Pilar Jufresa, María Alicia Graciela Buchanan y Joaquín Cortés, entre otros.

Las puestas en escena, actuadas y dirigidas por habitantes de las comunidades donde se crearon los Laboratorios de Teatro Campesino e Indígena ampliaron el acceso a la cultura en estas poblaciones con la presentación de obras como La tragedia del jaguar, basada en una historia chontal, y clásicos como Romeo y Julieta, de William Shakespeare o Bodas de sangre, de Federico García Lorca, además de creaciones de autores mexicanos como Emilio Carballido (Conmemorantes), Sabina Berman (Arux) y Elena Garro (El árbol).

Bodas de sangre se montó en 1984 en Jilotepec, Veracruz; De los niños del campo a los niños de la ciudad tuvo lugar en la Plaza de toros de Villahermosa, Tabasco, con un amplio elenco y gran producción, y en 1990 se presentó una versión indígena de Romeo y Julieta en Central Park de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.

Los LTCI se presentaron en foros internacionales, como el Festival Latino de Nueva York (1985), el Festival Iberoamericano de Teatro en Cádiz y en Madrid (1987) y el Festival Shakespeare de Nueva York (1990).

Acreedora al Premio Nacional de Teatro en 1968 con la obra Los alaridos, ese mismo año Martínez Medrano se hizo cargo del Comité de Teatro del movimiento estudiantil. Además, fue coordinadora de Difusión Teatral de la Unidad Artística del Bosque, y del programa de teatro del Instituto Nacional Indigenista; fundó, asimismo, el Taller de Teatro del Sureste-Virgilio Mariel, donde creó un programa para la formación de maestros y practicantes de las distintas disciplinas escénicas.

Durante varios años ofreció talleres en Xocén, Yucatán, con los maestros Silvia Esthela Duartes Rosas, José Gualberto Yerves Arias, José Floreto de la Cruz León, Anabely Morales Mendoza, Basilio Mis Nauat, Marbil Morales Mendoza y Martín Pérez Dzul.

Fallecida el 2 de febrero de 2018 en Mérida, Yucatán, la crítica de teatro Luz Emilia Aguilar recordó, durante el homenaje luctuoso que se le realizó en el Museo Nacional de Culturas Populares, que en los años ochenta todo mundo hablaba de Martínez Medrano. “Al acercarme a ella, descubrí que su importancia en el teatro radicaba en su profundo compromiso de la historia y la tragedia del país, ésos eran los ejes de su trabajo”.

En el libro Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena. Medio siglo de historia, de Lourdes Grobet, se plasma la actividad teatral que la promotora cultural impulsó en diversas comunidades.