María Luisa La China Mendoza, reconocida escritora y conversadora extraordinaria
- Este 29 de junio, la Secretaría de Cultura federal y el Inbal rememoran a quien fuera egresada de la Escuela de Arte Teatral
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), mediante la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), rememoran la obra de la escritora y periodista María Luisa La China Mendoza, a cinco años de su muerte, acaecida el 29 de junio de 2018 en la Ciudad de México.
Por su aportación a las letras de nuestro país, La China Mendoza recibió el 14 de agosto de 2018 un homenaje en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, en el que familiares y amigos la recordaron como una devota de los perros, conversadora extraordinaria, polémica, divertida, y con un profundo amor por su familia, amigos y por su estado natal: Guanajuato.
En este homenaje participaron la ensayista y editora Silvia Molina, como moderadora; la narradora Beatriz Espejo, el dramaturgo Miguel Sabido, la artista visual Carmen Parra y el entonces senador Juan Carlos Romero Hicks. Los ponentes coincidieron que la obra de la autora se caracteriza por su prosa flexible y espontánea. Además, la consideraron una escritora prolífica y disciplinada. Así también, destacaron su gran desenvolvimiento en varios géneros periodísticos y literarios, como la conferencia, el discurso, los prólogos, el artículo, la novela, la crítica, los guiones cinematográficos, las memorias de viaje, la crónica, los epistolarios y la biografía.
Maestra de Escenografía y Periodismo
La China ―apodo que recibió de su padre debido a sus rizos― nació en Guanajuato el 17 de mayo de 1930. Estudió Letras Modernas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Escenografía en la Escuela de Arte Teatral del Inbal, además fue maestra de Escenografía y Periodismo.
Inició su carrera en 1954 con el diario El Zócalo; participó en la fundación del periódico El Día ―donde colaboró con su célebre columna “La O por lo redondo” ― y su memorable suplemento cultural El Gallo Ilustrado. Escribió para El Universal ―en el que publicó la columna “La A por la mañana” ―, Excélsior, Buen Hogar, Cosmopolitan, Vanidades, Mujer de Hoy y Revista Mujeres.
De acuerdo con la Enciclopedia de la Literatura en México, fue secretaria de la Comisión de Premiación de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, comentarista de televisión y diputada federal por el estado de Guanajuato. También fue colaboradora de la Revista de la Universidad de México.
María Luisa se reafirmaba como periodista de tiempo completo y resaltó, en una entrevista con la Secretaría de Cultura en 2016: “De mi periodismo vengo y a mi periodismo voy. En mi periodismo he recibido mucha atención, muchos honores, muchos viajes, me he casado en el periodismo, me he curado, me he operado, todo, es mi vida”.
Entre sus obras literarias destacan El perro de la escribana (1982), Ojos de papel volando (1985), Con él, conmigo, con nosotros tres (1971), De ausencia (1974), Fuimos es mucha gente (1999) y De amor y de lujo (2002), obra con la que se hizo merecedora al Premio Nacional de Novela José Rubén Romero en 2001.
Obras galardonadas
Entre otros galardones que recibió se encuentran el Premio Magda Donato 1971 por Con él, conmigo, con nosotros tres; Premio Nacional de Periodismo y Premio Bernal Díaz del Castillo 1972, por Crónicas de Chile; Premio de la SEP 1973 al mejor comentario televisivo sobre la drogadicción; Premio 1974 con mención honorífica a la serie de reportajes enviados desde la URSS a El Universal; Premio 1974 con mención honorífica al mejor comentario por televisión sobre las telenovelas.
Además, consiguió el Premio con Mención Honorífica Francisco Zarco 1975 para trabajo periodístico de mayor interés nacional; Presea Miguel Hidalgo y Costilla 1983 por parte del Congreso del estado de Guanajuato y el Premio Nacional de Periodismo 1984 por su programa Un día, un escritor y por su trayectoria profesional.
La Literatura, un “amor no del todo correspondido”
A pesar de que María Luisa Mendoza escribió cuatro guiones cinematográficos, tres novelas, ocho libros de ensayo, antologías de cuento y biografías, era muy difícil conseguir alguna de sus obras y ella misma reprochaba a los círculos intelectuales por no haberla apreciado, a diferencia del gremio periodístico en el que se desenvolvió durante su trayectoria.
En este contexto, La China escribió en su ensayo autobiográfico De cuerpo entero que “la literatura era su gran amor, no del todo correspondido”. También aseguraba que las librerías estaban repletas de fantasías masculinas de todo tipo, pero no era posible encontrar obras dirigidas al público femenino, por lo que en su novela De ausencia dio voz a las fantasías sexuales y vitales más extravagantes de una mujer.
Reconoció las influencias literarias de Henry James, “el escritor norteamericano más elegante, de fino espíritu, que escribe con incomparable estilo sobre grandes pasiones amorosas”; Virginia Woolf, “es nuestra papisa para las mujeres, un notable símbolo de rebeldía, de la libertad de escribir”; y Benito Pérez Galdós “un hombre genial, un verdadero príncipe de la palabra, un gran dramaturgo, uno de los más talentosos oficiantes de la novela en castellano.