PILAR CALVO. TRAVESÍAS DE TRAZO Y COLOR: EXPOSICIÓN EN EL MUSEO NACIONAL DE SAN CARLOS

- Esta exposición busca contribuir al estudio histórico del quehacer artístico de las mujeres en México
- Con alrededor de 40 piezas, entre óleos, dibujos, porcelanas, fotografías e impresos, la exposición se inaugura el jueves 10 de julio
Con el propósito de visibilizar y dar a conocer el trabajo de una de las más destacadas pintoras mexicanas, quien desarrolló un lenguaje realista de gran expresividad —con obras figurativas alejadas de las vanguardias artísticas de su época y un alto dominio en el manejo del dibujo y el color—, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Museo Nacional de San Carlos, presentan la exposición Pilar Calvo. Travesías de trazo y color.
La muestra, que podrá apreciarse a partir del 11 de julio, es una primera revisión e investigación sobre la obra de la artista mexicana, quien incursionó tanto en el retrato como en el paisaje, los bodegones, la pintura histórica y religiosa, los autorretratos y un mural realizado para una coleccionista particular.
Óleos, dibujos, porcelanas, fotografías e impresos conforman esta exhibición, que busca rescatar del sistema artístico predominantemente masculino a una destacada creadora, cuya formación comenzó con clases de dibujo y pintura, y que posteriormente se especializó en la técnica del óleo bajo la guía del maestro Germán Gedovius.
El retrato fue el género preferido de Pilar Calvo. A lo largo de su carrera lo cultivó en diversas modalidades: retratos de parientes, amigos y colegas; retratos por encargo —especialmente de mujeres y niños—; retratos de personajes anónimos que muestran su interés por representar tipos populares, y muy especialmente, el autorretrato. En todos ellos supo capturar no solo la apariencia física de sus modelos, sino también su personalidad, posición social e identidad cultural.
Dentro del género artístico del retrato, una subcategoría especialmente significativa —particularmente para las mujeres artistas— es la del autorretrato, pues al representarse a sí mismas, las artistas pueden dejar el lugar de objeto que tradicionalmente han ocupado en el arte occidental, para transformarse en sujetos, reconociéndose así como figuras activas y creadoras. En los numerosos autorretratos que realizó, Pilar Calvo no solo dio cuenta de una profunda introspección sobre su aspecto físico y temperamento individual, sino que también se plasmó como artista.
En Autorretrato al exterior, por ejemplo, se retrató vestida con su bata blanca, un trapo manchado de pintura, paleta y pinceles en mano. Se muestra de pie, magnificando su figura mediante una perspectiva en contrapicada, con la mirada desafiante hacia los espectadores, expresando así su conciencia y orgullo por sus logros profesionales, a pesar de los obstáculos que imponían los prejuicios de género de su época.
En sus paisajes, Pilar Calvo revela una mirada atenta y un notable dominio del color y la composición, mostrando no solo un lugar, sino también transmitiendo una emoción, un recuerdo, una forma de estar en el mundo. En sus bodegones, por su parte, destacan su vibrante paleta y su virtuosismo técnico. La combinación de flores abiertas, capullos y pétalos caídos, presente en la mayoría de sus obras, se inserta en la tradición iconográfica que los utiliza como metáforas del paso del tiempo y del contraste entre la vida y la muerte.
Pilar Calvo nació en 1913 y, a lo largo de su corta pero prolífica carrera artística, fue reconocida por la crítica de arte, recibió numerosos encargos privados —especialmente de retratos— y expuso su obra en Nueva York y en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México en 1944. En el catálogo de dicha exposición, el poeta Carlos Pellicer escribió: “El dominio del dibujo y una paleta organizada con maestría han permitido a la señorita Calvo llegar a una expresión plástica de incuestionable fuerza…”
La muestra incluye un espacio de reflexión sobre la manera en que la crítica de su tiempo recibió el trabajo de Pilar Calvo, así como las formas en que hoy se observa la producción artística realizada por mujeres.
Pilar Calvo. Travesías de trazo y color, que pone de manifiesto el papel que las mujeres han desempeñado en la historia del arte mexicano, se inaugura el jueves 10 de julio en el Museo Nacional de San Carlos, ubicado en avenida México-Tenochtitlan núm. 50, colonia Tabacalera, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México.