DIVERSOS LENGUAJES ARTÍSTICOS SE ENCUENTRAN EN LOS MUSEOS DEL INBAL
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- Se presentan muestras antológicas de creadoras y creadores del arte mexicano del siglo XX, así como de artistas contemporáneos
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) ofrece al público, en sus distintos recintos, una amplia variedad de exposiciones que recorren diversas corrientes artísticas.
Circuito Centro
En el Museo del Palacio de Bellas Artes se puede apreciar la muestra Lilia Carrillo. Todo es sugerente, que revisa la trayectoria de la pintora, muralista, ilustradora y diseñadora textil, así como su trabajo en vestuario y escenografía. La exposición reúne más de 100 piezas provenientes de colecciones públicas, privadas y del acervo personal de una de las primeras pintoras abstractas de México.
En el Museo Nacional de Arte (MUNAL) se encuentran dos propuestas destacadas. Bajo el signo de Saturno. Adivinación en el arte ofrece un recorrido por la historia visual de las ciencias herméticas y adivinatorias, desde la perspectiva de la historia cultural de las imágenes y del arte. Por otra parte, José María Velasco. Los apuntes del pintor reúne 50 piezas —entre pinturas al óleo, dibujos, bocetos, libros, litografías y otros apuntes— que muestran al destacado paisajista no solo como artista, sino también como científico y observador apasionado de la naturaleza.
En el Museo Nacional de la Estampa se presenta Irrupción Manuel Felguérez. Donación Mercedes Oteyza hasta el 12 de octubre. La muestra reúne 46 obras del acervo del museo, 38 de ellas donadas por su viuda, e incluye litografías, grabados sobre metal, serigrafías y técnicas mixtas de estampa producidas entre 1986 y 2019. Asimismo, Obsesiones en Movimiento. Caudal gráfico de Gilberto Aceves Navarro, curada por Luis Ignacio Sáinz, concluye el 2 de noviembre y presenta 81 obras organizadas en núcleos temáticos que dialogan con los grandes referentes del artista.
También se exhibe Leopoldo Méndez: de la estampa al mural en movimiento, que explora la convergencia ideológica y estética entre la gráfica comprometida y el cine posrevolucionario, destacando la colaboración de Méndez en siete películas mexicanas cuya cinematografía estuvo a cargo de Gabriel Figueroa.
En el Laboratorio Arte Alameda se pueden visitar tres exposiciones. Inscripciones, de Said Dokins, reflexiona sobre la noción de patrimonio a partir de lo urbano, lo escritural y lo biológico. Ná’reza [Mano rota], de Ana Hernández, reúne cuatro obras sobre la relación entre arte, tradición y tecnología. Finalmente, Basamento, de Deborah Castillo, es una instalación de sitio específico que remite a la pirámide circular de Cuicuilco y establece un diálogo entre discursos históricos y políticos.
En el Museo Nacional de San Carlos se exhibe (Des)ordenar la colección desde el género, una propuesta museológica que invita a repensar y “desordenar” de forma cronológica y estilística la colección del recinto para reorganizarla desde temáticas planteadas con perspectiva de género. Entre las piezas destaca La Sagrada Familia, obra original de Sandro Botticelli, única en Latinoamérica y considerada un tesoro renacentista.
También se presenta Pilar Calvo. Travesías del trazo y color, que concluye el 9 de noviembre, y busca visibilizar el trabajo de esta talentosa pintora mexicana, reconocida por su lenguaje realista expresivo y su virtuosismo en el dibujo y el color.
Circuito Poniente
En el Museo de Arte Moderno (MAM) se encuentra Estética Revueltas. Una familia de vanguardia, que aborda el quehacer artístico de los hermanos Revueltas y sus contribuciones a la modernidad artística del siglo XX. También se exhibe Maruch Sántiz Gómez. ¿Quién cuida las montañas?, donde la fotógrafa resguarda, mediante la imagen y la escritura, los saberes tsotsiles de los Altos de Chiapas. Además, Derivas de la forma escultórica: irrupción y densidad recorre las relaciones entre forma, materiales y generación de espacio, mientras cuestiona los alcances contemporáneos de la escultura. Por otro lado, Una tuna y una torre de luz sobre un pupitre reúne obras icónicas de la colección del museo y explora cómo los artistas definieron la modernidad en México.
En el Museo Tamayo Arte Contemporáneo se presenta Espíritus en el pantano, de Oscar Murillo, que explora ideas de colectividad y cultura compartida a través de dinámicas de interacción grupal. El público también puede recorrer El horizonte siempre se aleja, que concluye el 26 de octubre y reflexiona sobre la extensión e implicaciones de lo contemporáneo. Finalmente, Futuros Arcaicos reúne piezas de artistas modernos y contemporáneos inspiradas en lo arcaico, lo cósmico y lo mitológico, proponiendo escenarios posibles para imaginar el futuro.
Circuito sur
En el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) se despiden las exposiciones Yani Pecanins. Las cosas sencillas y Abrir, o no, un cajón, de Luis Orozco, que ofrecen un recorrido por la práctica editorial, artística y gestora de Pecanins, figura clave en el arte contemporáneo mexicano. Su obra articula afectos, memoria y objetos a través de libros de artista, textiles, frascos y palabras escritas.
Este recinto también exhibe Ni origen, ni torbellino, una revisión de la colección del MACG surgida de una reflexión crítica en torno a la figura moderna del hombre como constructor del mundo.
Otros proyectos incluyen Manual intuitivo: No usar saliva ni soplar sobre las piezas, del Colectivo PETRA, que cuestiona las clasificaciones generacionales en el arte mexicano mediante un “manual intuitivo” que reemplaza las normas rígidas de conservación, y Informes aquí. Aproximaciones a un museo metafísico, de Circe Irasema, que plantea una reflexión sobre la arquitectura del museo al intervenir la valla del recinto, revelando su materialidad y despojándola de su papel como soporte de discursos institucionales.