Recordarán a Julio Castellanos en el 70 aniversario de su muerte
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- Con una mesa redonda en la que participarán Laura González Matute y Ariadna Patiño Guadarrama
- El miércoles 9 de agosto a las 19:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes; entrada libre
Espléndido pintor de caballete, dibujante y grabador. Así calificó la maestra en historia del arte Laura González Matute al artista mexicano Julio Castellanos González, quien será recordado el 9 de agosto a las 19:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, a 70 años de su fallecimiento, con una mesa redonda en la que participarán González Matute y Ariadna Patiño Guadarrama, subdirectora de Curaduría del Museo Nacional de Arte.
“Fue un gran pintor y, aunque no dejó mucha obra, participó en importantes movimientos de su época”, señaló Laura González, investigadora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Estudiante de las Escuelas de Pintura al Aire Libre, Castellanos se convirtió después en parte de la plantilla de profesores de dibujo de la Secretaría de Educación Pública, donde conoció a Manuel Rodríguez Lozano. Juntos organizaron una exposición con piezas de los alumnos de las mencionadas escuelas, además de su propia obra, que presentaron en Chile y Argentina.
Posteriormente, Julio Castellanos viajó a París y entró en contacto con los intelectuales. A su regreso se incorporó al grupo de los Contemporáneos, del que formaron parte, entre otros, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Gilberto Owen y Jaime Torres Bodet, todos ellos alejados de los muralistas, la Escuela Mexicana de Pintura y el nacionalismo tan exacerbado de la primera mitad del siglo pasado.
“Se les tachó de no ser mexicanistas y de ir a contracorriente. Sin embargo, su propuesta era más abierta, diferente a otros planteamientos, y es en este ámbito en el que Julio Castellanos se insertó. Él no pintó a los héroes o a la patria: se fue a lo más íntimo y doméstico”.
En su obra sobresale el retrato y los temas femeninos. “Sus ideas son neoclásicas, sensuales y voluptuosas. Fue influido por Rodríguez Lozano, quien a su vez tenía influencias de Pablo Picasso”.
Su manejo pictórico y dibujístico fue de primera, mencionó González Matute, y agregó que existen dos obras que lo caracterizan: El día de San Juan y El bohío maya.
En El día de San Juan hay multitud de personajes desnudos, nadando, lanzándose desde un trampolín, sentados en gradas o jugando. En medio destaca una mujer con una túnica. A sus pies se forma un caracol, en alusión a la femineidad. En El bohío maya –casa circular tradicional del sureste de México– también aparecen personajes desnudos y mujeres; la maternidad en un paisaje onírico. Otra coincidencia en ambas piezas es la importancia que su autor brinda a las costumbres de nuestro país.
Otra faceta que González Matute subrayó de Castellanos fue su incursión como escenógrafo del Teatro Ulises, particularmente en el montaje de la adaptación teatral de la novela Los de abajo de Mariano Azuela, en la que se hizo una crítica muy severa a Plutarco Elías Calles, por lo que fue censurado y no se volvió a presentar. Hay fotografías en las cuales se pueden apreciar fragmentos de esa escenografía.
“Todo esto lo convirtió en un artista muy completo, versátil, singular y específico en cuanto al planteamiento de su propuesta plástica, su temática y sus formas de manejar los personajes, lo fantástico, lo popular, lo soterrado y lo lírico.
“Fue un pintor de primera, con muchas cualidades que demostró desde niño”. Desafortunadamente, el estar dedicado a dar clases y su prematura muerte a los 41 años de edad le impidieron desarrollarse y dejar más obra, concluyó.
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