LITERATURA

Ana García Bergua hablará de su vida como mujer de letras

Boletín No. 1122 - 21 de agosto de 2017

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  • Se entiende que para una mujer es más difícil dedicarse a la escritura. Yo pienso que no es fácil dedicarse a la escritura en general: Ana García Bergua
  • Conversará con Irma Gallo y Eduardo Piastro como parte del ciclo Mujeres de letras
  • El martes 22 de agosto a las 19:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

Cronista y narradora, Ana García Bergua transporta al lector en su obra a atmósferas de lugares representativos de la ciudad, con personajes que surgen de la curiosidad y de la necesidad de entenderse en la otredad. El martes 22 de agosto, Irma Gallo y Eduardo Piastro conversarán en entrevista con la novelista ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2013 y reciente Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada  2016. La cita es a las 19:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes como parte del ciclo Mujeres de letras.

De niña a Ana García Bergua le gustaba leer novelas victorianas, porque a su padre le gustaban. En entrevista compartió que leía a Charles Dickens, William Thackeray, Mark Twain y autores franceses, pero como al igual que muchos escritores de su generación, su formación literaria se nutrió con la lectura del boom latinoamericano. “Fueron lecturas que hice de muy joven y que me marcaron, sobre todo hacia la narrativa, hacia la prosa”, aseguró.

“Siempre he sido muy novelera, muy de leer tramas e historias, es algo que me obsesiona, cómo las historias se bifurcan y se van para un lado y para el otro. Me gusta leer novelas de temas históricos y de ficción actual”, señaló la autora de El umbral. Travels and adventures (1993), Púrpura (1999), Rosas negras (2004), Isla de bobos (2007) y La bomba de San José (2012).

“También me gusta mucho leer crónica, en los periódicos busco a los autores de este género, me apasiona. Será porque he tenido mi columna muchos años y porque también para escribir novela histórica he leído mucha crónica histórica, me gusta cómo se cuentan los tiempos en los que uno vive. La poesía me agrada porque me interesa mucho el lenguaje y creo que la síntesis del mismo se logra con la poesía, por eso trato de utilizarla incluso para mis propios escritos, aunque sean en prosa”, añadió.

El humor y la fantasía mezclada con el realismo caracterizan las narraciones de Ana García Bergua, ya sea en novela o en cuento. Ha comentado que al leer o narrar una historia puede encontrarse, salvarse, abstraerse y así, descifrar lo que hay en su interior. Entre sus libros de cuento se encuentran: El imaginador (1996), La confianza en los extraños (2002), Otra oportunidad para el señor Balmand (2004), Edificio (2009), El limbo bajo la lluvia (2013), La tormenta hindú y otras historias (2015) y el cuento infantil Salón de horripilancias (2013).

De ensayo Ana García Bergua (Ciudad de México, 1960) ha publicado Pie de página (2007) y de crónica  Postales desde el puerto: instantáneas de Veracruz (1997). Ha sido colaboradora de El semanario Cultural, Este país, Letras Libres y el domingo 20 de agosto publicó la última entrega de su columna en La Jornada Semanal, después de casi diecisiete años.

Como mujer de letras, Ana García Bergua comentó que muchas veces la literatura se condiciona a cierto grupo de lectores, porque todavía hay distinción entre hombres y mujeres. “Se entiende que para una mujer es más difícil dedicarse a la escritura. Yo pienso que no es fácil dedicarse a la escritura en general, para nada, porque es algo que exige mucha entrega, mucha disciplina, que se sacrifican cosas. En el caso de las mujeres, pues de repente se suma a otras labores que se nos han asignado a lo largo de la historia.

Mujeres de letras es un reconocimiento un poco sobre la idea de que a las mujeres hay logros que nos cuestan un poco más, a nivel histórico nos ha costado un poco más. Éramos minoría en las generaciones pasadas, yo creo que ahora ya más o menos estamos parejos todos. Es un reconocimiento a los temas de los que hablamos las escritoras que muchas veces no son los mismos de los que hablan los colegas varones, aunque creo que eso sufre algunos cambios hoy en día. Espero que en un par de décadas ya no haya que dedicar ciclos especiales para las mujeres”, finalizó.

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