Cartografías líquidas llegará al Artium, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo en España  

• Esta exposición celebra 40 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y España

• Muestra obra de 12 artistas jóvenes de ambos países, creada a partir de las ideas del sociólogo Zygmunt Bauman

• Se inaugurará el viernes 6 de octubre

Después de su periodo de exhibición en el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG), la muestra Cartografías líquidas, que celebra los 40 años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y España, podrá disfrutarse en dicho país europeo a partir del viernes 6 de octubre, cuando sea inaugurada en el Artium, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo.

La exposición reúne el trabajo de 12 artistas jóvenes mexicanos y españoles, quienes, a partir del video, la fotografía, la instalación, la gráfica y el arte objeto, proponen una lectura transversal en torno a los postulados del sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman, con el propósito de plantear, por medio del arte contemporáneo, los nexos que han existido entre ambas naciones.

Los participantes en esta muestra, curada por Carlos Palacios, Paula Duarte y Blanca de la Torre, entablan un diálogo en torno a los ejes de frontera y límites, economía y sustentabilidad, historia y archivo, redes y comunicación, y hábitat en la sociedad contemporánea.

En el rubro de economía, Carlos Aires, de España, presenta El ojo que todo lo ve, una instalación que fue realizada expresamente para el lucernario del MACG. Al penetrar la luz, el espacio se convierte en una gran pantalla de cine donde vemos una imagen congelada: decenas de ojos que miran fijamente al espectador y que provienen de los retratos impresos en billetes de todo el mundo.

La instalación se complementa con 30 euros 15 minutos, realizada a partir de una colección de cientos de anuncios de todo tipo que el artista ha recolectado.

Edgar Aragón, de México, exhibe dentro del eje frontera y límites La encomienda (The assignment), que consiste en una protesta simbólica en una mina abandonada donde un coro ejecuta una composición en tono barroco, inspirada en los eslóganes de protesta en contra de las compañías mineras en muchos países de Latinoamérica.

También de nuestro país participa Emilio Chapela, quien en el eje hábitat presenta Es una catástrofe no encontrar terreno en común, una  invitación a recorrer la ciudad desde geografías terrenales compartidas, a redescubrir el espacio y el tiempo que habitamos y reconocer que lo urbano puede ser indistinguible de lo rural; lo secular de lo religioso, lo natural de lo cultural, lo central de lo periférico, lo público de lo privado, lo individual de lo grupal, etc. Caminar es quizás, un ejercicio que se resiste a la predeterminación y la de sus límites. Es un ejercicio de definición.

El español Fernando García-Dory presenta en hábitat la instalación Tierras raras, que propone una disposición museográfica clásica con esculturas fundidas en un entorno simulado. Objetos que pueblan nuestro cotidiano, en parte deshechos, en parte joyas que atesorar, compuestos por metales raros extraídos de vetas minerales en declive, adornan un escenario de trampantojo, utilizado para la cría de especies exóticas en cautividad.

El mexicano Miguel Fernández de Castro muestra, en el eje de economía, la instalación Batuc, que hace referencia a las ruinas de dicho pueblo en Sonora, fundado en 1629 y desaparecido bajo las aguas de una presa hidroeléctrica en 1964. A su iglesia —única ruina visible sobre la superficie del agua— le fue desmembrada la fachada para ser colocada en una plaza en la capital del estado, como monumento a su desaparición. La ruina semihundida y la retirada de su fachada funcionan como móviles para reflexionar sobre la representación y la circulación de la ruina en tiempos de normalización del despojo capitalista.

El proyecto de Elena Lavellés, de España, en el eje frontera y límites es Patrón de disolución, en el que explora materialidad y paisaje en diálogo con los efectos visibles de explotación de recursos humanos y naturales, utilizando como núcleo de esta investigación histórica y formal tres modelos de oro negro: petróleo, carbón y oro (metal), y sus correspondientes infraestructuras económicas de extracción, gracias a las que flujos de producción de valor y capital circulan globalmente disolviendo cualquier frontera geográfica.

El mexicano Morelos León Celis, en historia y archivo exhibe El oficio del adversario, una pieza que se configura a través de un archivo de imágenes, objetos y documentos flechados sobre un muro que develan conexiones de sentido poético y político entre sí, como portadores de significación perdurable. La idea de la pieza surgió de la lectura del libro La flecha en el blanco de Miguel León-Portilla, quien a grandes rasgos aborda la lucha por los derechos indígenas en la época novohispana.

En el eje redes y comunicación, la española Maider López presenta Línea de césped (Polder Cup). Se trata de una línea de césped que atraviesa el suelo del museo, interrumpe la circulación habitual y divide el espacio. De la misma manera se muestra Polder Cup, un campeonato de futbol en los polders, en el que canales de agua atraviesan los campos, advirtiéndonos de la necesidad adaptar las reglas y de inventar nuevas estrategias para adecuarse a la situación.

La también artista española Rosell Meseguer, en el eje historia y archivo, exhibe OVNI Archive en el que analiza la creación de metodologías de documentación, que ha desarrollado previamente en varias investigaciones en el MoMA de Nueva York, la Tate Britain de Londres o el Centro Georges Pompidou de París. Fascinada por la Guerra Fría y la propaganda, en 2007 comenzó a desarrollar dicho proyecto, un archivo atípico formado por instalaciones y series fotográficas que continúa creciendo hasta ahora.

El mexicano Mauricio Orduña en sustentabilidad presenta Combustível. Haiku: para Arto Linsay. Es una pieza que oscila entre el pequeño y gran formato, que funciona como una breve narrativa/ficción que se sirve de tres elementos: la naturaleza, la arquitectura del lugar y una suerte de encuentro fortuito. La obra pretende traer al caso, desde un entorno industrializado, una analogía poética de la naturaleza en cuanto a movimiento y rapidez. Mediante esta puesta en escena inmóvil y silenciosa se ponen en juego las ideas de levedad, movimiento y rapidez, sobre un encuentro fortuito, accidental.

Asunción Molinos Gordo, de España, en el rubro de sustentabilidad muestra El Fellah Ando Fes (El campesino tiene un azadón). Este trabajo explora la transformación laboral del campesinado contemporáneo en Jordania. Lo que vemos es la recreación de un ejercicio de caligrafía parecido a los que nos podríamos encontrar en cualquier escuela pública. Contrario a los ejercicios de sintaxis que se realizan en las aulas, el principal sujeto de la oración, un campesino, pasará de realizar tareas idealizadas, como dormir a la sombra de un árbol o dar un paseo a caballo, a trabajar en una fábrica o vestir uniforme militar.

La mexicana Ana Roldán, en redes y comunicación, presenta su nueva serie Strangers at home, en la que se refiere a una serie anterior, Displacements, a través de instalaciones en pequeña escala. Coloridas cerámicas junto con telas de seda, imágenes, materiales orgánicos, así como objetos encontrados están dispuestos en pequeños altares. Tanto Displacements como Strangers at home tocan el tema de la muerte. En la primera, Roldán deconstruye imágenes de esculturas del México precolombino. En la segunda, la artista usa estos collages como punto de partida y crea interpretaciones tridimensionales moldeando arcilla.

Cartografías líquidas es coproducida por el Instituto Nacional de Bellas Artes, el MACG, el Artium, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Centro Cultural de España/ Embajada de España en México y la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

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