El INBA otorgará la Medalla Bellas Artes de Arquitectura al ingeniero Óscar de Buen por su trayectoria y aportaciones

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• Es una referencia obligada en el campo de la ingeniería y la arquitectura en México

• Ser humano extraordinario y de gran generosidad, dice el ingeniero José Luis Sánchez Martínez

• La ceremonia se realizará el lunes 18 de diciembre en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) otorgará al ingeniero Óscar de Buen López de Heredia (1925) la Medalla Bellas Artes 2017 en reconocimiento a su larga trayectoria y a sus diversos aportaciones al campo de la arquitectura y las artes en México.

La ceremonia se realizará el lunes 18 de diciembre a las 12:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, acto que será encabezado por la directora general del INBA, Lidia Camacho, con la participación como invitados especiales de destacados colegas del profesionista homenajeado.

Óscar de Buen es una referencia obligada en México y en gran parte del mundo en el panorama de la ingeniería y la arquitectura. Originario de Madrid, España, llegó a nuestro país a temprana edad junto con toda su familia, huyendo de la dictadura, lo que le dio en su juventud solidez y firmeza de carácter.

Así, la decisión de ingresar a la Escuela Nacional de Ingenieros de la UNAM, no le acarreó conflicto alguno. Concluyó sus estudios e inició una carrera de servicio a México. Al paso del tiempo, con su obra ha contribuido enormemente a su modernización.

La Medalla Bellas Artes en el campo de la Arquitectura se otorga esta vez a un ingeniero, acto con el que se reconoce, en la persona de Óscar de Buen, las soluciones estructurales con las que ha contribuido a enriquecer los ideales arquitectónicos de infinidad de profesionistas.

En 1957, con Félix Candela y Melchor Rodríguez Caballero, fundó Colinas, De Buen y Rodríguez. Para 1960, ya sin este último, se constituyó Colinas de Buen S.A., despacho que sigue operando a la fecha.

Durante su larga trayectoria profesional, ha colaborado con algunos de los arquitectos más importantes del país durante más de siete décadas, como Pedro Ramírez Vázquez, Salvador Torres, David Muñoz, Sergio Santacruz, Félix Candela, Carlos Mijares, Pedro Moctezuma, Ricardo Legorreta, José Luis Benlliure, Javier García Lascuráin, Juan Urquiaga, Fernando Romero, Enrique Norten, Félix Sánchez y Alejandro Prieto, entre otros.

En un alarde interdisciplinario, en que se conjuga la solidez técnica, la sensibilidad estética y el respeto a las propuestas arquitectónicas de sus creadores, Óscar de Buen ha contribuido a la construcción del paisaje moderno de la capital del país, encontrando soluciones estructurales para inmuebles emblemáticos.

Entre esas edificaciones están: el Auditorio Nacional, el paraguas del patio central del Museo Nacional de Antropología, el Estadio Azteca, el Palacio de los Deportes, la nueva Basílica de Guadalupe, la Lotería Nacional, la Torre de Pemex, el edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Museo Soumaya, la Torre BBVA Bancomer, la cúpula geodésica del balneario de Oaxtepec en Morelos, la planta de Volkswagen y el Estadio Cuauhtémoc, ambos en Puebla, y la Siderúrgica Lázaro Cárdenas en Michoacán.

No solo las obras contemporáneas han sido de su interés. Pocos despachos como Colinas de Buen pueden incluir entre sus logros haber realizado estudios de edificios patrimoniales para reestructurarlos, desde la torre del Palacio en Palenque, la Pirámide de Kukulcán en Chichén Itzá y la del Adivino en Uxmal, hasta los tres grandes conventos de la mixteca: Yanhuitlán, Coixtlahuaca y Teposcolula; el de Santo Domingo en la ciudad de Oaxaca, el Templo de la Compañía en Guanajuato, Palacio Nacional y la Columna de la Independencia en la Ciudad de México.

Ser humano generoso y extraordinario: Sánchez Martínez

El ingeniero José Luis Sánchez Martínez, colega de Óscar de Buen, dice acerca de su socio: “El ingeniero Óscar de Buen es un hombre que tiene un historial muy largo y fructífero. Nadie mejor que él para recibir la Medalla Bellas Artes, pues ha hecho mucho por este país a lo largo de sus más de 60 años de intensa actividad en el campo de la ingeniería, la práctica profesional y la docencia.

“Es una persona muy generosa en todos los aspectos. Y además, ha contribuido mucho en su campo, la ingeniería estructural, haciendo una serie de normas para el diseño estructural de acero que aparecen en el Reglamento de Construcciones desde hace muchos años; todos los reglamentos de construcción que existen son de su autoría y los que van a aparecer el año entrante, son de su autoría también”.

En resumen, dijo, ha tenido una actividad intensa e importante en su campo profesional, y en cuanto a su persona es muy respetado entre sus colegas. Es, además, un ser humano extraordinario y de una generosidad ilimitada, por tanto merece ese homenaje y cualquier otro que le quieran hacer.

Hombre noble y carismático; maestro por más de 65 años de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y fundador de la División de Estudios Superiores, Óscar de Buen publicó en 1980 el libro Estructuras de acero. Comportamiento y diseño, el cual continúa siendo usado como libro de texto en muchas universidades.

Ha recibido incontables reconocimientos, entre los que destacan el Premio Nacional de Ingeniería Civil en 1999, el de Profesor Emérito de la UNAM y la Orden de Isabel la Católica en grado de Cruz de Oficial, que le otorgó el Gobierno de España, de los cuales ha opinado: “No sé si me los merezca o no, pero sí es agradable obtenerlos, que se acuerden de uno, que piensen que lo que uno ha hecho ha servido de algo”.

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