Hablarán sobre la labor diplomática y las amistades de Alfonso Reyes
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- Como parte del ciclo Diarios literarios, expertos abordarán el Diario de Alfonso Reyes, tomos III y IV
- Participarán César Benedicto Callejas, Alberto Enríquez Perea y Javier Garciadiego, como moderador
- Este miércoles 25 de abril a las 19:00 en la Capilla Alfonsina
Como parte del ciclo Diarios literarios, este miércoles 25 de abril a las 19:00, en la Capilla Alfonsina, tendrá lugar una plática sobre el Diario de Alfonso Reyes, tomos III y IV, bitácoras que dan testimonio de la labor diplomática del regiomontano en Brasil y Argentina, respectivamente. En la mesa participarán César Benedicto Callejas y Alberto Enríquez Perea, moderados por Javier Garciadiego.
Adolfo Castañón, escritor y miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua, comentó que en el tercer tomo de las bitácoras de Alfonso Reyes se pueden encontrar “tal vez sus años más felices, en el sentido literario y humano. Fueron años de plenitud y florecimiento, de amistad y reconciliación, de expansión vital. Se ve hasta qué punto Reyes estaba comprometido tanto con su país y el país representado en el orden diplomático como con su propia vocación literaria”.
Mientras que los dos primeros tomos de los diarios del diplomático, narrador y poeta regiomontano exploraron sus años formativos y primeras asignaciones de relaciones exteriores, Adolfo Castañón explicó que el tercer tomo “corresponde en los ciclos vitales del escritor a los años que pasó en Brasil. El diario abre con un apunte hecho el 5 de abril de 1930, cuando Reyes está a punto de cumplir 41 años y se encuentra en la plenitud de sus días sobre la tierra”.
Castañón señaló también que Reyes cultivó grandes amistades en Río de Janeiro, Sao Paulo y otras localidades brasileñas. “Sus amigos fueron, entre otros, Ronald de Carvalho, Cecilia Meireles, Manuel Bandeira, Oswald de Andrade, Cícero Dias, Murilo Mendes, Ribeiro Couto y Getúlio Vargas, con quien desarrolló una gran amistad. La plasticidad vital de Reyes y su apertura lo llevaron a comunicarse no solo con diplomáticos, sino con escritores, pintores, filólogos e historiadores”.
Si bien el Brasil de esos años fue para Reyes una verdadera estación sabática, es también el periodo en el que empieza a pensar en su retiro del servicio diplomático.
Sobre el tomo IV del Diario de Alfonso Reyes, cuyas páginas abarcan del año 1936 a 1940, Castañón dijo: “En esos cuatro años se registra la segunda embajada de Reyes en Argentina, el regreso a México, el regreso a Brasil y su regreso definitivo a México en 1939, luego de haber cumplido la misión que le encargó el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas”.
Además de los años de trabajo y de plenitud activa, pública y privada, el cuarto tomo de su diario también se centra en otros proyectos, por ejemplo, “asiste a los encuentros con el arquitecto Rousseau encargado de diseño de lo que será la Capilla Alfonsina”. Por supuesto, también se pueden encontrar sucesos históricos en las bitácoras de Reyes, como bien señala Castañón. “En esos años se inicia la Guerra Civil española en la cual Reyes tomará partido abierto”.
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