Alimentar al bebé, escribir o actuar forman parte de una nueva maternidad
- La dramaturga Fernanda del Monte y la actriz Diana Reséndiz compartieron con el INBA su experiencia como madres
- Tener la libertad de organizar tu tiempo, para los artistas, es una ventaja, opinó Del Monte
- Los niños son el ejemplo de uno, afirmó Reséndiz, integrante de Tepito Arte Acá
A diferencia de las décadas anteriores, hoy en día las mujeres mexicanas y de otros países logran encontrar un balance entre su actividad laboral y la maternidad. En el marco del Día de las Madres, la dramaturga Fernanda del Monte y la actriz Diana Reséndiz compartieron con el Instituto Nacional de Bellas Artes su experiencia como madres, cuya labor profesional está orientada a la cultura y las artes.
Para la dramaturga, directora teatral e investigadora Fernanda del Monte, ser artista implica disfrutar de libertad para organizar tu tiempo, aunque con esto “tú decides vivir un estilo de vida. Puedes escribir mientras tu nena toma la siesta, por ejemplo”, lo cual, en opinión de la también ensayista y narradora, se convierte en un privilegio.
“Todos los trabajos tienen sus cosas buenas y sus cosas malas, pero tener la libertad de organizar tu tiempo, para los artistas, es una ventaja. Ser escritora significa, tal vez, no pertenecer a un sistema laboral con horario, lo mismo que no tener seguridad social, pero tienes tiempo, libertad para organizarlo.
“Cuando Emma nació, escribía una columna para Tierra Adentro, trabajaba para un diplomado on line y nadie me decía a qué hora escribir, podía hacerlo cuando la bebé tomaba su siesta”.
En este sentido, Fernanda del Monte refirió: “Mi esposo también es artista, nuestra organización familiar es muy horizontal. Emma tiene un papá y una mamá que la cuidan; la cambiamos, la bañamos y la dormimos. Siempre está uno de los dos con ella”, por lo que comparó la situación con la de sus amigas o hermanas, y puntualizó: “La verdad es que sí es muy diferente”.
Agregó que “las nuevas maternidades incluyen las nuevas paternidades, de lo contrario no podría hacer lo que hago; de esta forma, ambos trabajamos, crecemos en nuestro ámbito profesional, lo mismo que en lo personal.
“Soy una persona afortunada de tener una hija con alguien que además disfruta su paternidad de una forma diferente. Ganamos poco, pero Emma crece con su papá y su mamá, y eso es invaluable”.
Finalmente, la escritora reconoció que también deben tener un alma nómada, viajar con equipaje ligero. “Como pareja hemos compartido la vida una década, tiempo durante el cual nos hemos mudado de residencia cuatro veces. Si no tenemos trabajo en México nos vamos a Buenos Aires, a San Cristóbal, a Real del Monte, e incluso a Canadá, es una cultura de nomadismo, en cada lugar debes reconstruirte, como gitanos”.
Los niños son el ejemplo de uno: Diana Reséndiz
La actriz Diana Reséndiz, quien desde hace más de dos décadas y media forma parte del colectivo Tepito Arte Acá, vive con Evan, su hijo de siete años de edad; ambos comparten la pasión por el teatro.
“Con los hijos aprendes a amar incondicionalmente, a renunciar a muchas cosas; te hace humilde y todo esto te sirve para ser mejor artista, porque toca fibras sensibles del ser humano”, aseguró Reséndiz, para luego compartir parte de su vida.
“Evan nació a los siete meses, mientras estaba dando función en el Teatro Blanquita”, dijo la actriz, quien recordó: “Regresé al teatro al año y medio porque mi hijo nació con un mal congénito debido a su nacimiento prematuro, y por eso lo comencé a llevar al trabajo. En cada ensayo salía, le daba pecho, se lo regresaba a mi suegra y volvía a la función, así me la pasé en el ensayo y en la función. Ha crecido en esta familia que es Tepito Arte Acá”.
Ahí, comentó, hemos visto crecer a nuestras familias y nuestros hijos. Evan me acompaña a todas partes, para él es algo natural que alguien actué.
Convencida de que primero se debe trabajar en lo que a uno le gusta, la actriz enfatizó que hay que buscar la felicidad y plenitud para ser mejor persona: “si no lo hiciera sería una madre amargada; mi hijo no sacaría 8, sacaría 6, porque estaría tan frustrada que no lo apoyaría como es necesario.
“Eso falta en la sociedad, tomar conciencia de lo importante que es ejercer una buena maternidad. Con los hijos tienes que buscar forzosamente mejores condiciones de vida, porque ahora hay necesidades que tienes que solventar.
“Es común que las presiones económicas te orillen a buscar otras alternativas, por lo que puse un restaurante vegetariano; me iba bien, pero un día cocinando pensé en un casting que quería hacer, dejé todo y regresé a lo mío.
“Es complicado tener una estabilidad económica como actor y a la vez emocional, el tiempo con los hijos se hace difícil compaginarlo, pero vas haciendo milagros”, añadió.
Por último, Diana Reséndiz señaló: Me casé con el teatro y gracias a eso conocí la República Mexicana, luego con Evan cambió todo. Después de tanto dolor, de tantas muestras de solidaridad, de tanta vida, cambié; eso nos obliga a crecer, a respetar y a evolucionar, a tener paciencia.
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