Presentarán la novela Formas de luz de Marco Tulio Aguilera Garramuño
- Obra con la que obtuvo el Premio Bellas Artes de Novela José Rubén Romero 2017
- Participarán Joaquín Díez-Canedo, Jaime Labastida, Adriana Cerda y el autor
- Miércoles 4 de julio a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes
Formas de luz (El sentido de la melancolía) es una novela de Marco Tulio Aguilera Garramuño, escritor colombiano residente en México desde hace 40 años, quien ganó en 2017 el Premio Bellas Artes de Novela José Rubén Romero por esta historia, cuya trama devela la vida conyugal de Ventura y Atanasia, pareja que debate su amor entre la lujuria, el adulterio, la egolatría, la mezquindad que rodea al artista y, sobre todo, la depresión.
Este libro será presentado por Joaquín Díez-Canedo, Jaime Labastida y el autor, bajo la moderación de Adriana Cerda, el próximo miércoles 4 de junio a las 19:00 en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
La divina comedia, uno de los libros más importantes que se han escrito en la historia de la humanidad, es el libro que subyace, que guía y fundamenta esta novela: “En Formas de luz, como en la obra de Dante, hay un infierno, un purgatorio y un cielo posible. El pasado idílico, la paz inicial y el amor compartido por la pareja protagonista, corresponden al cielo; la depresión profunda en la que cae el protagonista y los atentados contra la esposa corresponden al infierno; la recuperación de la armonía, de la paz y del amor, corresponden al cielo de la pareja”, comentó en entrevista Aguilera Garramuño.
La pareja protagonista parece estar en guerra perpetua y la armonía parece imposible. Para el autor, toda pareja humana nace de dos fuerzas opuestas: la atracción y la repulsión. “En la novela hay un juego de fuerzas encontradas: se enfrentan una mujer virtuosa e intolerante y un hombre irresponsable, pecador e infiel. El protagonista es un escritor que se escuda en el arte para cometer incontables desafueros; la antagonista es una mujer que defiende el hogar no solo contra los desafueros de su marido, sino contra las violencias del mundo. La mujer es la heroína de la novela; el hombre es el villano... pero los papeles se alternan y todo es confuso. El bien y el mal se confunden”.
Atanasia es una mujer víctima de su marido, quien a pesar de ello va en su rescate ante el estado psicótico de su esposo. “En la novela de alguna manera quise demostrar (o descubrí) la superioridad moral de la mujer. El hombre, frente a la adversidad, se dobla; la mujer se levanta tras múltiples atentados, canalladas e infidelidades. La protagonista de la novela es como el coyote de la caricatura: le pasan trenes, le explotan bombas, la acuchillan, la atropellan coches y ella se recupera, regresa. Y además de ello, logra sacar a su marido del infierno y regresarlo al mundo transformado”.
Ventura es un personaje al borde del suicidio debido a la depresión que sufre. La melancolía por otros tiempos es una constante en su vida, en la cual su profesión como escritor sirve como llave para vislumbrar otras posibilidades. “Más allá del conflicto conyugal y de la violencia del mundo, la novela trata de la función del arte como salvador”, aseguró el colombiano, pues la novela trata de ser una especie de tratado sobre la melancolía.
“Es y quiso ser una novela terapéutica, no solo porque le permite al protagonista salir de la depresión, sino porque el protagonista (y el autor) se dedicaron a estudiar libros científicos y literarios sobre el tema. La literatura sin duda ayuda a remendar las heridas del hombre y tal es el caso del hombre de esta novela. Si se salva del suicidio es gracias a que sabe que algún día regresará al mundo enriquecido y podrá publicar una novela sobre su propia visita al infierno y sobre cómo salió de él”.
Formas de luz pertenece a una saga que Marco Tulio Aguilera Garramuño ha escrito en los últimos años (Mujeres amadas, La hermosa vida, La insaciabilidad, La honesta lujuria), sin embargo, es una novela absolutamente autótrofa, individual, cerrada en sí misma, que se puede leer sin haber leído las antecedentes. Este proyecto funciona a la manera de En busca del tiempo perdido, El cuarteto de Alejandría o La crucifixión rosada, de Proust, Durrell y Miller, respectivamente, según detalla el autor. “Son siete novelas que conforman uno de los proyectos más largos de la literatura actual. El tiempo dirá cuánto valen. Por lo pronto puedo decir que me han entretenido varios años, me han dado varios premios y algunos casi premios”, finalizó.
---000---